...la Biblia de Jerusalén
I Corintios 9, 13-19
13 ¿No sabéis que los ministros del templo viven del templo? ¿Que
los que sirven al altar, del altar participan?
14 Del mismo modo, también el Señor ha ordenado que los que
predican el Evangelio vivan del Evangelio.
15 Mas yo, de ninguno de esos derechos he hecho uso. Y no escribo
esto para que se haga así conmigo. ¡Antes morir que...! Mi timbre de gloria
¡nadie lo eliminará!
16 Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es
más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el
Evangelio!
17 Si lo hiciera por propia iniciativa, ciertamente tendría derecho a
una recompensa. Mas si lo hago forzado, es una misión que se me
ha
confiado.
18 Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio
entregándolo gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el
Evangelio.
19 Efectivamente, siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos
para ganar a los más que pueda.